domingo, 7 de junio de 2015

Aprendemos a disfrutar del momento pintando mándalas

La misión de esta semana en el colegio ha consistido en continuar trabajando la atención plena, la cual ya iniciamos la semana anterior cuando "escuchamos" el silencio con el mindfulness. Y para ello en esta ocasión hemos jugado con nuestros amigos los mándalas.
Cuando fui a visitarles les llevé unos dibujos de mándalas muy chulos y les expliqué en qué iba a consistir el juego de esta semana, la misión.
Repartí a cada niño un mándala diferente y lo primero que debían hacer era observarle en silencio, sólo el suyo y no el de sus compañeros, sin intentar emitir ningún juicio, ninguna opinión. Después de observarle unos instantes oirían el sonido de una campana, entonces tenían que comenzar a pintarle como ellos quisieran, de fuera hacia dentro, de dentro hacia afuera o como ellos desearan hacerlo. Tenían que intentar no pensar en nada que no fuera en pintar ese mándala. Simplemente debían disfrutar plenamente de ese momento porque al oír el sonido de la campana tendrían que pasar su mándala al compañero de al lado y al mismo tiempo ellos recibirían el dibujo que estaba realizando otro compañero. Al cambiar el mándala tenían que volver a comenzar el mismo proceso, redirigir su atención al nuevo que habían recibido, observarle y pintarle como ellos quisieran, y todo ello sin emitir ningún juicio sobre él, sin comparar el que recibían con el que habían pasado, sin pensar en que los colores en el que estaban pintados les condicionaran las pinturas que ellos fueran a elegir, sin sentir rabia y entrenando su tolerancia a la frustración de no haberle podido terminar como ellos quisieran o sin pensar que ahora el otro compañero se lo iba a "estropear", porque el mándala no era suyo... es de todos, pues iban a pintarles todos entre todos los niños de la clase. Tan sólo debían concentrarse en disfrutar de ese momento intensamente porque no sabían lo que iba a durar, pues en cualquier momento sonaría la campana y tendrían de nuevo que cambiar el mándala. Cuando terminen de pintarlos todos, los recortarán y harán su rincón de mándalas en sus clases que les recordarán lo importante que es mantener la atención plena en cada momento.
Y este es el aprendizaje que queríamos transmitirles con esta actividad, que la vida son momentos, que hay que disfrutarlos intensamente porque no sabemos cuánto durarán pues en un instante todo cambia, tu vida cambia y debemos adaptarnos a ese cambio y volver a comenzar, redirigir nuestra atención y continuar con lo que nos venga dado (como el mándala que nos ha pasado nuestro compañero y que ya ha sido comenzado a pintar). Debemos aprender a reconducir nuestra atención y a no emitir juicios pues éstos nos bloquean emociones maravillosas que podemos estar sintiendo, tan sólo nos van a consumir energía, pues no podemos cambiar el pasado así como no podemos borrar el mándala.  En nuestro "poder" está el escoger el color con el que deseamos pintar el "mándala de nuestra vida" y disfrutar pintándola.
Este ejercicio, pintar mándalas, es una herramienta muy positiva que nos puede ayudar a relajarnos, a canalizar nuestras emociones, a vivir el momento... ¿Os animáis a pintar mándalas con nosotros?
















Y en aquellas clases en las que la semana anterior no pudimos "escuchar" el silencio , lo escuchamos esta...














3 comentarios:

  1. Me ha encantado la mision de las mandalas porque disfrutamos pintando y a la vez nos divertimos un monton

    ResponderEliminar
  2. Pues nos apuntamos ésta misión para meterla en la maleta de las vacaciones y llevarla a la práctica en muchas ocasiones del verano

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡Esa me parece una idea fantástica!!! Ojalá que la disfrutéis mucho

      Eliminar