Hoy terminamos un curso emocionalmente muy intenso. En él hemos reído, hemos llorado, hemos estudiado y trabajado mucho, nos hemos esforzado por aprender y mejorar, pero sobre todo, hemos VIVIDO.
Al margen de los resultados que cada uno haya obtenido en sus boletines de notas... yo os doy la enhorabuena a todos por vuestros esfuerzos diarios en superaros, por intentar cada día ser una mejor versión de vosotros mismos, por luchar por vuestros sueños y defender vuestras ideas. Yo os doy un sobresaliente a todos en ser unas maravillosas personas, porque sois bellos por fuera, pero lo sois infinitamente más por dentro.
Y después de un curso tan intenso... no puedo dejar de mandaros unos pequeños deberes para el verano: