domingo, 17 de mayo de 2015

Escalemos con Mafalda

El jueves por la mañana al llegar al colegio... nuestros fantásticos detectives encontraron a su Mafalda. Ya puede tener cuidado Stilton porque en nuestro cole tiene mucha competencia, jaja.
Todos estaban entusiasmados por enseñar a los demás niños cuál era la que habían pintado en su clase. Es maravilloso poder ver la ilusión tan grande con el que muestran su trabajo realizado y el orgullo con el que ven representada a su clase en un dibujo junto al resto de los demás del colegio. En este tipo de actividades sienten realmente lo que es el trabajo en equipo y viven ese sentimiento de unidad, de que "todos somos uno".
Seguro que os preguntaréis ¿Y dónde estaban?, ¿por qué estaban allí?, ¿qué mensaje nos quería transmitir?


Cada Mafalda estaba colocada en uno de los escalones de la escalera principal del colegio y a cada una de ellas le acompañaba un pensamiento.
En este caso Mafalda nos representa a nosotros mismos subiendo "la escalera principal de nuestra vida". Cada vez que nos enfrentamos a un nuevo reto solemos mantener este diálogo interno: ufff, no creo que pueda, es super complicado, yo no soy capaz de eso... y de esta manera nos saboteamos nuestras propias posibilidades, nuestra energía y nuestra confianza. Sin embargo, a medida que vamos subiendo escalones nos vamos dando cuenta de que sí es posible alcanzar nuestra meta, que a pesar del esfuerzo que ello conlleva, merece la pena pues nuestro objetivo cada vez está más cerca. Muchas veces nos quedamos sin fuerzas a mitad de camino, en esos momentos es bueno mirar hacia atrás y ver todo el camino que ya se ha recorrido, que lo más difícil es comenzar y eso ya se ha hecho y que si nos rendimos ahora todo ese esfuerzo no habrá merecido la pena. Es entonces cuando tenemos que visualizar nuestro objetivo y pensar en cómo nos vamos a sentir cuando le hayamos logrado, recordar por qué merece la pena luchar por esa meta y pensar que ya quedan los últimos esfuerzos para conseguirlo. Y es que es así como se encuentran muchos de nuestros alumnos al terminar el curso. Al principio les parecía todo difícil, a medida que el curso fue transcurriendo fueron viendo que eran más capaces de conseguirlo, y ahora, al finalizar el curso, sienten que sus fuerzas flaquean, dudan de sus posibilidades para superarlo e incluso alguno de ellos piensa en tirar la toalla. Pues bien, ahora es el momento de mirar hacia atrás, o en este caso hacia abajo y ver todos los escalones que han subido ya, todo el esfuerzo que han realizado para llegar hasta aquí y que si han sido capaces de llegar hasta ahí pueden llegar a donde se lo propongan.
A través de esta actividad hemos querido que nuestros niños se identifiquen con Mafalda, que piensen en qué escalón están ellos en este momento, y que encuentren la motivación y las fuerzas necesarias para llegar hasta arriba del todo.


Esta escalera también la podemos imaginar con nuestra vida... Habrá resbalones, tropiezos, en ocasiones necesitaréis parar y tomar aliento para poder continuar. Pero una vez cogido esas fuerzas necesarias hay que seguir subiendo hasta llegar al final porque todo ese esfuerzo merecerá la pena, pues las "vistas desde arriba son increíbles". Por lo que debemos subir cada escalón con decisión, con seguridad, pensando siempre que lo mejor está por llegar y visualizando nuestra meta.
No olvidéis que la fuerza está en vosotros mismos así que: Cree en ti, puedes lograrlo... todos podemos superarnos. Y nunca, jamás, dejéis de perseguir vuestros sueños porque algún día se harán realidad.

"Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad", Antoine de Saint-Exupéry.























 








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